19.2.10

Bestiario III. La fiebre del valle del Janto





Según textos hititas, un pueblo llamado Lukki o Licio, que habitaba en el valle del Janto, descubrieron el misterio de la diosa Nakhtu, la cual varias especulaciones la relacionan con la deidad sumeria Nammu. Se dice que este pueblo marino conocía las rutas del desierto por donde vagaba Nakhtu, debido a que aprendieron con exactitud el lenguaje de las estrellas.

El documento hitita lo dice así: “No había impresión en la tierra que un lukki ignorara; para aquellos las luces del cielo, más que alumbrar las oscuras noches de Janto, esclarecieron su poder de conocer el espacio, aun sin tener que pisarlo o mirarlo”. Una noche la diosa descubrió montículos de piedras en lo sitios por donde caminaba en el otoño, lo que la llenó de furia y maldijo a este pueblo sensato. Sigue el relato: “Introdujo una calamidad en un mosquito único de la región del valle de Janto. El artificio de la diosa se propagó en el valle como la malaria".

"En poco tiempo, los cartógrafos se veían asechados por las cosas inertes del mundo; la vida cobraba más vida: la pesca era tan abundante para un enfebrecido, que los peces saltaban a su barca y la hundían. El amor de un lukki por cualquier cosa avivaba un arrojo que conducía a la muerte la mayor de las veces”. No debemos sorprendernos al negar que la extinción de este pueblo tan intuitivo fueron las invasiones de pueblos vecinos que existieron en la región, no así con el mosquito, que vuela todavía en nuestro tiempo.

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