14.5.09

Bestiario II. Bunyips


El relato fantástico no ha logrado darle su justo lugar. El saber acerca del Bunyips abunda en el sesgo y la inconsistencia debido a que éste devora a todo humano o animal que pasa cerca de él. Hasta hace poco tiempo fue casi imposible tener un testimonio. A mediados del siglo pasado, el apasionado biólogo irlandés Halan Wostl convivió por más de cuatro años con los aborígenes australianos –Australia es la habitación única de los Bunyips– donde afirma haber visto en la lejanía a esta criatura descansando en un pantano en la provincia de Darwin. Aquí citamos una síntesis entre el testimonio aborigen y la narración científica. “El Bunyips o también llamado Wowee Wowee habita en ciénagas; su cola se asemeja a la del pez y el pico es como el de los emúes. Varían de tamaño según el lugar y la estación del año: su dimensión oscila entre la de una gran tortuga o el de un elefante del Asia”, escribió Wostl en su bitácora. Los decesos de aborígenes u hombres blancos en la actualidad son atribuidos a la voracidad de los cocodrilos, alegando que toda palabra sobre el Bunyips es mera ficción de los pueblos primitivos. La academia de Oxford niega toda certeza científica en los estudios de Halan Wolts en Australia.



Fotografía: Tomada por Halan Wolts en uno de sus recorridos nocturnos por los pantanos de Australia.

10.5.09

Bestiario I. Doppelgänger


Invisible para la mayoría de los seres humanos, aunque podemos sugerir su existencia por circunstancias especiales: Los registros atribuyen su aparición de manera espontánea y fugaz en la mitad de los largos viajes de caravanas de beduinos, y otros tantos los conocen descritos en la agonía de alpinistas en los Himalayas. Todos tenemos un Doppelgänger o un doble. Aunque su afirmación es cuestionable, Flavio (Magia magna, III) asegura que si observamos con detenimiento nuestro reflejo en el río, aparecerá nuestro doble mirando las mismas aguas detrás de nuestro hombro.